martes, 9 de febrero de 2010

Playa de Las Canteras

Paradigma de soles, la mañana
se eleva pujante de armonía azul.
Bajo los pies la playa cruje
de arenas vivaces, de cangrejos,
de estrellas de mar entre maderos
y redes de cebas y de algas.

Un fulgor irreal sobre las crestas
de las olas, se abate sobre la fina
línea  fugaz de la marea que sube
abarcando la sutil cintura de la playa
con su abrazo de sales y de espuma.

De una punta a otra me contemplo
como niño que, con pala y cubo,
se construye castillos al borde
embravecido de las aguas
y los ve derrumbarse y volver
a ser arena rubia de la orilla.

Y me veo navegando entre
las peñas y rozar la mano
de una novia o el pié sobre la arena,
descuidado, de la mujer que amé
con la suerte inocente de la vez
primera, con la frente limpia y la mirada.

Otra vez que he vuelto fue mi hija
la que me hizo ver con su brazada fuerte,
acompasada, que no me equivoqué
al enseñarle a cebar olas turquesa
en la orilla malva del verano.

Una playa puede, así descrita,
ser la suma de los años de una vida.
Una playa que crece en la memoria
y no se agota adentro, aunque no fluya,
el agua impar de su cristal
entre los dedos que dibujan su recuerdo.

Mil soles y tardes y mil lunas
pude ver acodado en su avenida.
Amigos, libros y topacios
compartí en los días y las tardes
con las conchas trituradas de mi playa.

No me apena el tenerla tan lejana,
en el tiempo de ahora aún la palpo,
aún se desliza su amor entre mis manos
y aún la siento crujir entre mis dientes.

Esta playa me vio de perfil ante la vida
apretar los puños y marcharme.
Esta playa me verá, desde su centro
volver a ella, vestido con las ropas de la brisa,
desnudo de pudor, ojos abiertos,
a besar su curva engalanada
para que me cierre los ojos con su aliento.

Nicolás Calvo
Madrid
Febrero 2010

4 comentarios:

  1. No sé por qué NIcolás...pero la lectura de este poema me recuerda a mi Chipiona natal.
    Me gusta, gracias.

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  2. Que bella es la playa de las canteras, al igual que tu poema...
    A pesar de la distancia, aún hoy, yo tambien siento su crujido en mi garganta....

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  3. Más que a la playa, y no es que ella no me llegue a través de tus palabras, veo a un hombre olfateando su futuro a través de ella, tu fotografía viviéndola en tu alma...algo así como si existiera el poder para desde la posición en un lugar, la playa, poder estar en otro a la vez. La memoria, creo que es la bendita palabra, que ancla en el hombre la posibilidad del presente y de la apuesta por un futuro.

    Un beso, Nicolás
    (¡cuánto me alegra poder leerte!, :)))

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  4. Un gustazo leerte en esta tu playa de arena rubia, preciosamente descrita en tu poesía. Un abrazo Nicolás!

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