lunes, 26 de noviembre de 2012

Sueño

No pude desclavar la madrugada
de las pupilas de la alondra,
como no supe cerrar las sedosas
cortinas de los ojos
ante los mudos cristales, de luz ciegos.

Hay una pérgola de plata
sobre el estanque mercurial
de tus sentidos; ojalá que las flechas
no abatan a la feliz mensajera de los días.

Sería una larga pena no disfrutar
de los resoles, de las camas, de los gatos
y de los exactos relojes planetarios
que subrayan la apariencia de las cosas.

Es hermoso acordarse del futuro
un instante antes de que ocurra,
como gustar a qué sabe la luz
tras el tamiz de un velo silencioso
al filo de la noche de verano.

No es tan fácil saber de que acordarse
cuando la mañana rompe, una a una, las ventanas.

Nicolás Calvo
Madrid
Noviembre 2012

jueves, 22 de noviembre de 2012

Al mar lejano

Dame por esta vez
el trozo de arena negra
que el agua baña.

Acumulame en derredor
los jallos; que las redes
envuelvan mi espalda
y las rodas de las barcas
amaquen mi cuerpo.

Dame la huella leve
del cangrejo en la boca
y el roce fugaz de la seba
en mis manos.

Deja que, al menos,
después de caer dormido,
cerrados los ojos
ya de viejos,
sienta de nuevo
la sal en los cabellos,
el latido de la isla entera
en mi cabeza.

Nicolás Calvo
Madrid
Noviembre 2012

martes, 13 de noviembre de 2012

Suceso

Dónde
me extravié…
Cuál
fue el momento…
¿Es este
el sitio
en que ya no fui?

En qué rincón,
qué hora dejé atrás,
qué puerta traspuse…

Qué me hizo olvidar la arena incontable,
el tacto de los días,
el vivo volumen de mi cuerpo,
la sensible extensión de la epidermis…

Dónde,
cuándo,
me volví de aire.

Nicolás Calvo
Cañaveral/Madrid
Noviembre 2012

martes, 30 de octubre de 2012

Cara a cara

Coge todo lo que te quede,
camisas y libros, fotos, cachivaches…
Coge todo lo que recuerdes,
sonrisas, amores, amigos, dolor…
Se avaro con ello, con todo ello y recógelo.

Pero no hagas montones ni lo agrupes.
No lo metas en cajas o en armarios o baldas,
esparcelo por el suelo delante tuyo,
que todo el mundo lo vea como te ve a ti.

Toda una vida alrededor.
La tuya, la mía, la de otros, la de aquellos…
Amigo, ¡y que poco cambió todo
en los años transcurridos de verano a verano!

Pero dame un abrazo.
Un abrazo de hermano, fuerte y largo,
por tanto más triste y profundo.
Queríamos cambiar la vida.

Una cosa cambió, una cosa importante.
No sabíamos que iba a pasar, pero sucedió.
La vida nos cambió a nosotros, a todos.
Hasta muy dentro a nosotros todos.

Nicolás Calvo
Octubre 2012
Madrid

lunes, 22 de octubre de 2012

A day in the life

Fui un día a visitar
al poeta triste.
No me gustó.
No sonreía nunca.

Para él no habían
nubes en el cielo
ni caricias en la tierra,
sólo barrancos a sus pies
y maldad entre los hombres.

Tenía familia,
dinero y honores.
Lo dejé pronto
y me marché
a tomar una cerveza
y a fumar un cigarro
entre los amigos.

Porque uno, a veces,
está triste y a veces
el mundo le regala el sol,
la belleza o la verdad
una mañana.

Cualquier mañana
de un día cualquiera.

Nicolás Calvo
Madrid
Octubre 2012

miércoles, 17 de octubre de 2012

Preservación de la enfermedad

Es preciso cartografiar
el terreno de las indiferencias
y el vacío, de la soledad.

Levantar el mapa que muestre
aquello de lo que carecemos.
Sentir sobre las hojas la muerte
lenta de las ilusiones, los ojos
recorriendo a saltos las caras
ajenas y apenas lavadas
del deseo de la existencia.

Como relucientes vehículos
estrenamos el día y prevemos.

Pero lo único que nos salvaría
no es lo calculable, lo medido.

Sólo lo irregular, lo afásico,
lo que no es simétrico, lo discontinuo.

Y al llegar la noche nuestra
Némesis  es un espejo
al que disparamos con rabia
sin entender que nuestro reflejo
sólo quería, por ser, salvarnos.

Nicolás Calvo
Madrid
Octubre 2012

miércoles, 3 de octubre de 2012

En días como estos

En días como estos
siento que el aire no es bueno.
Una lenta congoja sube
por los pantalones arriba
hasta alcanzar la camisa
y la corbata aprieta,
hiriendo la garganta.

Una gota de agua salada
resbala, comisura abajo,
proveniente del lagrimal
del ojo izquierdo.

Dedos de hielo aferran
fuerte el corazón y lo estrujan
con saña y sin reparo
para hacerte doler aún más la vida.

Y me preguntáis, ¿qué días son estos?
¿A que se parecen?
Sólo sabría pergeñar una respuesta.

En días como estos comprendo
que no hay días peores, pero,
por mucho que lo intente
no podría escapar a parte alguna,
porque sólo hay un sitio al que ir,
hoy, mañana, al otro…

Un sitio en el que no existieran
días como estos.

Nicolás Calvo
Madrid
Octubre 2012

lunes, 1 de octubre de 2012

La plus petite unité de temps

Hablan los árboles un susurro
esparcido de años, en tanto
las flores, canturrean pequeños
himnos de rápidas notas
al viento leve de la tarde.

Viven ciertas mariposas
un tiempo minúsculo entre el nacer
y la muerte, alegrado por la luz
que irisa sus alas
y por la dulce búsqueda apresurada
del sexo con el que cerrar su ciclo
en la rueda ilimitada
entre el no ser y la existencia.

Arrastramos con nosotros, a veces,
largos minutos de vida, otras,
estrechas extensiones de tiempo.
Nos basta para ver sólo un destello
o todo un día de sol no es suficiente.

Para unos la vida es tal
un cuento corto y conciso.
Para otros, la sima de los años
supone una montaña inalcanzable
de la que, sin embargo ocupan,
con su pie gastado, el último
escalón de la subida.

Nicolás Calvo
Madrid
Octubre 2012

viernes, 21 de septiembre de 2012

Afirmaciones

No puedo afirmar que no querría
posar incólume
en una galería de fotos
mostrada en un importante
libro electrónico o existir
en una larga teoría de notas
interconectadas en Google
o ser, por una vez,
trending topic en Twitter.

Pero lamentablemente
soy un hombre antiguo
y prefiero la llamada
de un amigo para ir de cena.

Prefiero la busca en una librería
de viejo y quizás encontrar
la antigua edición de la Iliada
de la que copiaba mis traducciones
de griego en bachillerato.

Soy un viejo tonto que solo espera
tiempo para beber una copa más de vino,
pintando el retrato de un atardecer
de la ciudad olvidada sobre un grueso
lienzo de lino, en la mañana tranquila de mi estudio.

Y el resto consiste en buscar
lo que no se, lo que aún ignoro
 en cualquier soporte,
en cualquier lugar
donde el misterio de vivir
se encuentre.

Nicolás Calvo
Madrid
Septiembre 2012

jueves, 20 de septiembre de 2012

Al otro lado

¿Cómo hablar de lo imposible?
¿Cómo rasgar el velo de la vida
y contar el envés de la trama
y de la urdimbre?

Plausible que casi nadie
lo intente, porque ya
la superfíce satinada
presenta  accidentes.

Hay hilos fuera de sitio,
trozos deslustrados,
flecos sin continuo
en el azar de la tela.

Pocos atraviesan el cristal
o persiguen al conejo
a través del hueco
bajo las raíces del arbol.

Son los que buscan.

Y no siempre
son capaces de volver.

Nicolás Calvo
Madrid
Septiembre 2012

martes, 11 de septiembre de 2012

In dubio

No.
Porque si.
No.
Porque,
¿qué otra cosa?

Sí.
Porque si no,
¿qué nos queda?
O no,
porque si no,
¿qué otra cosa?

Entre el si
y el no,
el sí.
O el no.

Al final 
¿qué nos queda?
Porque si.
Porque no.
Al final, sí, no…
¿qué otra cosa?

Nicolás Calvo
Madrid
Septiembre 2012

lunes, 10 de septiembre de 2012

Definición

Llegó a vivir de la poesía.

Descargaba los camiones
de grandes trozos de carne,
de costillares enteros, de ristras
de salchichas o morcilla
y los cargaba al anochecer
de sucios despojos, de huesos
rotos, grasas sanguinolentas.

Pero apreciaba el frío
de las madrugadas en invierno
y la tibieza del sol a mediodía
y el olor de las frutas y las flores
y el contoneo joven, vivaz,
de las cajeras y los besos
de amor a medianoche.

Los desayunos de chistorras a deshora,
los bocadillos de panceta a media tarde,
la cerveza, los colegas y la vida.

Se alimentaba descargando
grandes camiones
de carne destazada,
pero, en su interior y sin saberlo,
llegó a vivir de la poesía.

Nicolás Calvo
Madrid
Septiembre 2012

lunes, 30 de julio de 2012

Poema de agosto a finales de julio

El verano se extiende como una clara sábana
tendida al viento y flamea y huele a sol
y te tapa la cara haciendo cosquillas
en tu memoria y limpia, con dedos de nubes,
el cielo de la mañana.

El verano distinto de cada uno,
el verano de todos y de nadie.

La clara brisa, el calor, el sueño,
las paredes blancas, azules de sombra,
las tardes de arena que cada cual guarda,
junto a dos piedras y unas conchas,
en un viejo pantalón o en una falda
de muchacha ya olvidados.

El verano se extiende como una clara sábana,
el verano distinto de cada uno,
el verano de todos y de nadie.

El verano, tiempo dejado caer antes de ayer
y tiempo de presente, infinito, dilatado;
tiempo para vivir con boca de sal y sin futuro.

Tiempo de ahora.

Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2012




lunes, 23 de julio de 2012

Poema para Dios de un hombre ateo

No me salves, Señor,
del rotundo rubor de mi fracaso.
De la plena,
redonda, manzana sin gusano
del estéril árbol de mi huerto.

No me prives, Señor, de no ser nada.
Dame sólo el placer sin sentido
de vivir, único, sin fruto, Señor,
pero bien vivo.

Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2012

viernes, 20 de julio de 2012

Paisaje de la isla

Puede que no sea necesario,
mas delicioso,  el cómplice
arquitrabe de las aves en el sueño
que se estructura, nivel a nivel,
entre la fina arena, criba de conchas,
y la esbelta columna de la nube.

El volcán al fondo, ahora extinto,
y las calcáreas laderas desplomadas
dan forma a la playa curvilínea,
circunstancia que cierra el hueco agreste
entre la otra playa, su golfo
y la atrayente punta de lava que se extiende.

Retumbante de mar y de mareas
una barra de rocas se estremece
con el ir y venir enronquecido.

Hay nada más allá del horizonte.
Tras la delgada traza de las olas,
tras el mar, el mundo acaba.

Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2012

martes, 17 de julio de 2012

Gata y Perro. Tres fábulas sin moraleja.

Les liaisons dangereuses

Gata dijo a Perro.
"Perro, estoy enamorada;
mira su fotografía."
¡Pero Gata!, ¡eso es un tigre!
Te devorará de un bocado.
"Lo cual lo hace aún más interesante…"
Y Gata se alejó con la foto
de Tigre entre los colmillos.

Ajourd'hui mème

¿Medio llena?,
¿medio vacía?
Es indiferente.
La botella de leche
no da para Gata y Perro.


Quid pro quo

Perro, ayer saliste,
¿donde te llevaron?
Fuimos a pasear por el parque. Estuvo bien.
A mi nunca me saca nadie…
Si, Gata, pero tu, por las noches,
te subes a los tejados
y te marchas
con quien te da la gana. 
C'est mon plaisir, mon ami!


Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2012

viernes, 22 de junio de 2012

Papel mojado

Lanzamos continuos mensajes al mar.
Pero sin botella.

Nicolás Calvo
Madrid
Junio 2012

viernes, 15 de junio de 2012

Pintura de mujer a contraluz

La sombra existe
bajo tu costado
de barca redonda
y perfila la manzana
de tu hombro.

Dibuja cansancio
o nostalgias
subrayando los ojos
y recorta tu figura
contra el fondo de cristales
de la ventana.

La sombra te confirma
frente al beso de la luz
y afianza la presencia viva
inscrita en el volumen perfecto
de tu carne.

Ante la magnitud de los hechos
la sombra lamenta sólo la noche.

Nicolás Calvo
Madrid
Junio 2012

jueves, 31 de mayo de 2012

Los perros del día

Hay un retazo en mi
de horas antiguas,
de esperas, de deseos,
de ojos sobre las paredes,
de oportunidades idas.

No es un recuerdo.
Los recuerdos no muerden así
la realidad de cada día.

Nicolás Calvo
Madrid
Mayo 2012

martes, 22 de mayo de 2012

Justificación del poeta

Pinto con disgusto las ojeras de la mañana
sobre los blancos párpados del amanecer.

Pago los cruasanes y los cafés con leche
pasando mi bolígrafo por las páginas
que, en ciertos ojos, despertarán la sensación
de que, esas pequeñas señales, fueron hechas
para pegar entre si trozos de vida
a la disparidad inconclusa de las horas y los días.

Faltan confesiones en mi diario y demasiadas
preguntas terminan en las ventanas, huecas ahora,
y en las lunas esmaltadas de los ojos.

Las preguntas son las mismas pero fallan
las respuestas ante la inmaculada frescura
de las estatuas en los parques, donde pocas veces
depositamos un beso de amor sobre la hierba.

Escasa misión la del poeta, aunque quizá inabarcable;
convertir en ahora lo pasado y nombrar el mañana
en lo presente. Ya se que no es posible,
ya se que no hace falta quién enumere
las gotas de rocío ni ponga apellido a las cosas
que nunca tuvieron nombre,
pero es mejor que haya siempre locos
que, desde los bancos vacíos de las plazas,
le pongan signo a lo innombrable,
le dibujen caras a los charcos.

Nicolás Calvo
Madrid
Mayo 2012

viernes, 11 de mayo de 2012

Futuro

Ahora mismo, en mi país hay plazas
abarrotadas de niños e ilusiones,
de gente que pregunta y de colores.
Hay plazas con gente que cuestiona
y calles que aportan a más gente.

Entre la duda, la rabia y la frescura
se arriman y se ocultan caras grises.
Profesionales del desorden y la incuria,
topos negros, infiltrados y maderos,
que esconden nidos de larvas destructoras.

Este es su tiempo, el de los niños, las sentadas
y las flores. Es el tiempo de lucha por su vida.
Los más viejos luchamos, hace años, por traer
a este suelo libertades, vida y horizontes
que rasgasen el velo del templo y de los días.

Loa años de plomo ya pasaron, mas feas nubes
de granizo asoman y van llenando las mañanas.
La lucha no es de un día. Dura siempre, pero
cada mujer, hombre o niño poseen un derecho
inalienable; la búsqueda de su felicidad sobre la tierra.

Nuestra mano apoya ahora sus dos manos,
nuestra espalda empuja con su espalda,
la palabra alienta su palabra y con ella el corazón
va de seguido, elevando los gritos hasta el cielo,
levantando hasta el futuro cien mil manos.

Nicolás Calvo
Madrid
Mayo 2012


viernes, 27 de abril de 2012

De árboles y flores

Cierta mañana los almendros
se desperezan y encuentran
una ráfaga de blancos prendida
de cada una de sus ramas.

Sin un ruido la noche
les ha traído la primavera

……………………………

Sauce, no llores…
ya no eres un niño.

……………………………

Creó una rosa
sin espinas.

Desde entonces
los amantes se aburren
y los besos les saben
a potaje de garbanzos.


Nicolás Calvo
Madrid
Abril 2012


miércoles, 25 de abril de 2012

Derrelictos

No siempre, pero algunas veces
me gusta mirar a la marea
girando en la escollera, entre los bloques,
y ver cómo deja en los huecos
maderas partidas, boyas y redes enredadas,
alguna gorra marinera, sucia y rota
o el blanco cadaver de una barca ya sin fondo.

Como la vida, la mar sólo devuelve
lo gastado, lo roto, lo partido,
pero lo nimba de algas y de sales
como coronas de póstuma victoria
ofrecidas, en consuelo y desagravio,
a las almas que aún habitan sus orillas.

Nicolás Calvo
Madrid
Abril 2012

lunes, 16 de abril de 2012

Horizonte

Felices los viajeros
que dejan atrás la casa
de sus padres y se internan
solos en la mar del mundo.

Parten, petate al hombro,
con pocas cosas, un libro,
un deseo o una idea,
pan de viaje para el corazón.

Cielos nublados, playas de sal,
piedras, murallas, sonrisas,
amigos, lo terrible, el tacto, el dolor,
ojos, manos, pies, desgastarán.

Mas, felices los viajeros. Ellos
fundarán la nueva casa paterna
de la que otros partirán mañana,
solos, a la mar del mundo.

Nicolás Calvo
Cañaveral
Abril 2012

lunes, 2 de abril de 2012

Canción del verano que fue

Este es un pequeño "divertimento", no lo tomen muy en serio.
Pero tiene una dedicatoria:

A todos los que se hicieron grandes un verano, 
hace mucho tiempo

La sartén en la cocina,
el árbol en la colina,
el amor en el desván,
y… ¡vamos a cocer el pan!

Unas gotas de rocío
en las mañanas de estío.
¿El amor dónde lo dan?
y… ¡vamos a cocer el pan!

Coger flores, moler trigo,
ir al bar con un amigo.
¡Colecta amor con afán!
y… ¡vamos a cocer el pan!


Noches de azules tan claras
tan profundas y tan raras.
¿Amor y besos nos dan?
y… ¡vamos a cocer el pan!

El verano ya se acaba,
la puerta cierra la aldaba.
¿Los amores donde están?
y… ¿ya no coceremos pan?

Nicolás Calvo
Madrid
Abril 2012

viernes, 23 de marzo de 2012

Especie de poema

Un temblor de luz

Amanece

La persiana divide en franjas
el naciente sol de la Primavera


Nicolás Calvo
Madrid
Marzo 2012

martes, 6 de marzo de 2012

Comentario

Percibo fantasmas
que invaden el día,
como dibujados
por rotuladores negros
sobre las paredes grises
de la mañana, colmada de sombras,
de rincones oscuros que abastecen
de ojos fijos y bocas doloridas,
los huecos meandros
del aburrimiento.
Madrid amanece poco
últimamente tras los vidrios opacos
de la incertidumbre.

Nicolás Calvo
Madrid
Marzo 2012

viernes, 2 de marzo de 2012

Poema encontrado en una letrina pública

Van a venir, los hijos de puta.
Van a venir y nos encontrarán
cagando en su puerta.
Van a venir, los putos cobardes.
Van a venir y nos van a encontrar
vomitando odio sobre sus coches.
Van a venir y luego van a volver
y se que, por mucho que hagamos,
van a tardar en irse bastante,
pero bastante tiempo. Si es que se van.
O los echamos.

Por la transcripción:

Nicolás Calvo
Madrid
Marzo 2012

martes, 21 de febrero de 2012

Paseos de circunvalación

No te fijas,
pero las huellas tras de ti
se van borrando.
Sobre las piedras del muelle,
pisadas de agua
resbalan al mar de nuevo.

El embate de las olas
y la fina llovizna del invierno
apenas calan el paseo de adoquines.

Uno mas de los inviernos
en que no ves el mar.
Todo ocurre en tu interior.
Olas, mareas, nubarrones,
el mar alzado, la mirada helada.

No solo es verano el mar.
El frio azul de los inviernos
también soñó contigo alguna vez.

El mar gris es quizás más sabio
que el azul resplandor de los días calientes.
De cualquier forma no puedes elegir.
Tierra adentro el mar no llega sino en sueños.

No desfallece en tu frente la lejana
constancia del horizonte, la perenne
presencia de la llaga del mar en tu costado.

Una vez fuiste sal y arena y playa
hoy un recuerdo de mar te moja
el labio, confundida la lagrima salada
con el batir del viento en la llanura,
con la mirada cerrada al paso de los años.

Nicolás Calvo
Madrid
Febrero 2012

miércoles, 1 de febrero de 2012

Elegía

Cansado de estar cansado,
caido sobre la mesa,
recostado
sobre el propio costado,
doliente,
durmiente, alejado de mi mismo ser,
propongo la república de las gaviotas
y de la arenas que transforman las dunas en playas.

Afirmo la conveniencia
del estado de curiosidad perpétua,
sin alias ni paliativos que tapien las ventanas.
Hablo con fervor de las primaveras
como naves necesarias de tráfico de amor
y dolor de vida, no de muerte.

Defiendo, con flores como espadas,
la dignidad del ser cada mañana,
pese a quien pese y a quien no agrade.

Reivindico la libertad del hombre,
como piedra sillar de la existencia,
sin la que no se levanta el sol tras el cristal,
aunque parezca que también hoy ha amanecido.

Me uno al grito que rompe tímpanos sordos,
cristales de Bohemia, copas talladas,
a cambio de cruzar campos sembrados,
compitiendo con el viento y despertando al agua,
a la carne, al calor, los miembros de los niños,
de las mujeres, de los varones que sudan,
fecundando el frescor de la mañana o la caida de la tarde.

No refrendo la oscuridad de los sucios,
los torpes y los necios.
Nada debemos a la maldad y si en nosotros
plantamos semillas de salvia, de te y de cardamomo,
floreceremos en olores y sabores saludables
que perfumarán nuestras manos, el corazón
y las acciones de nuestro cuerpo, alzado contra
la muerte como un muro de células, brillante
y profundo como un beso.

La vida nos rebosa por la espalda, por la frente,
por las bocas que acarician, que sonrien,
que pronuncian las palabras que conforman
el lenguaje sonoro de la tierra, del pez y del estanque,
de la madre, de la mano, del vino y de la sangre.

Unas línea de cal y rojo almagre, signan
la roca frente al mar que nos protege, amurallan
el corazón frente al fracaso y conceden al durmiente
paz eterna, junto a las verjas de hierro bien forjado.

Una nube de tul cruza los cielos, sellando un pacto milenario.
El pacto del amor y la alegría, el pacto del dolor y de la vida.
Pero no hay duda en el fondo de las almas. Mientras
el cielo se tiña de colores y las piernas recorran los caminos
y la sangre no se pare en sus canales, hemos de gozar
de nuestras vidas, del roce de los cuerpos de los vivos,
de los cantos de los locos y los niños, de la palabra amor
y de los ojos, que nos permiten viajar, sin tregua, al horizonte.

Nicolás Calvo
Madrid
Enero 2012

jueves, 26 de enero de 2012

Combinatoria de las palabras

El hombre fabricó una máquina de hacer poemas.
Hizo una máquina pequeña de hacer poemas.

El hombre construyó tres poemas,
tres versiones del mismo poema.
Estos son los poemas.

Primera versión

Una nube blanca pasa
Un hombre negro ríe
Un cielo azul  clarea
Un mar violeta acaba
Un prado verde ciega
Un sol amarillo quema

Segunda versión

Una nube blanca ríe
Un hombre negro pasa
Un cielo azul  acaba
Un mar violeta clarea
Un prado verde quema
Un sol amarillo ciega

Tercera versión

Una nube blanca ciega
Un hombre negro acaba
Un cielo azul  quema
Un mar violeta pasa
Un prado verde clarea
Un sol amarillo ríe

El hombre comprendió
que todos los poemas estaban ya escritos.

El hombre no volvió a construir ningún poema
con su máquina de hacer poemas.

Nicolás Calvo
Enero 2012
Madrid

lunes, 23 de enero de 2012

Avisos

¿Notas a veces
que la pared de enfrente
se cierra sobre ti
y la línea de mosaico
de la cocina se convierte
en plana geometría?

Es el encierro, el límite,
la señal que debes acatar.

Cuando tus ojos no vean
el horizonte hasta en la cortina
del cuarto de baño, prosaicamente
sentado en tu trono de loza,
mirando a la nada, febril
estate atento, alerta tus sentidos.

Si para volver a ver
hay que hundir el muro,
no vaciles. No hay opción otra.

Nicolás Calvo
Enero 2012
Madrid

jueves, 19 de enero de 2012

Anécdota apócrifa

Yo era su secretario.
Cierto día, el escritor afamado me dijo. Los humanos nos dividimos en estas categorías: simples, amargados, truhanes o cobardes.
Le repliqué. Maestro, ¿no cree que exagera…?, ¿tan pocas categorías?
No, dijo. Me excedo en extenso. En realidad sólo hay dos categorías: los simples y los truhanes porque, lamentablemente, amargados y cobardes lo somos todos de un modo u otro.
Dos semanas después, lo dejé.
Un mes más tarde leí en los diarios que tampoco en esta ocasión le habían concedido el premio Nóbel.

Nicolás Calvo
Enero 2012
Madrid

martes, 17 de enero de 2012

Señales del fin

Señal uno

Bajo tres libros polvorientos,
una bufanda.

Cuando se marchó,
la abandonaba con rabia
al cerrar tras si la puerta.

Hace frío.
Es posible que ya se haya
comprado otra.

Señal dos

Primero se bebió el sueldo,
luego, la paga extraordinaria.

Con la cuenta del banco
se bebió lo que le quedaba de vida.

Cuando lo recogieron, de madrugada,
su boca aún sonreía.

Señal tres

Daba clases de una asignatura
en Secundaria.

Un amigo le preguntó,
y a estos, ¿qué les das?

Lástima, contestó él.

Al jubilarse,
sus alumnos le hicieron un homenaje.

Luego se fue a su casa.
Estuvo tres días sentado
mirando fijamente la pared.

Nicolás Calvo
Enero 2012
Madrid
 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.