jueves, 29 de julio de 2010

Nueve textos paradójicos

Esta entrega será larga, ya que hace un tiempo que no incordio a los lectores con un texto mío. Espero que la experiencia sea lo suficientemente provechosa o entretenida como para perdonar la impertinencia.

Desaprendo cada día un poco.
De seguir así en algunos años,
habré alcanzado la sabiduría.

Cañaveral, 24 de Julio 2010

Decidí arrasar mis huertos.
Si ahora planto alguna cosa
lo hago sobre cemento.
El resultado 
es menos descorazonador.

Cañaveral, 24 de Julio 2010

Últimamente me levanto por las noches.
Me ducho, me afeito y me visto.
No salgo a la calle.
Me acuesto en mi cama
a esperar el día.
Indefectiblemente, cuando llega,
me sorprende durmiendo.

Cañaveral, 24 de Julio 2010

No encuentro apenas placer en la reflexión.
Creo que el problema de los espejos.
me trae al fresco.

Cañaveral-Madrid,
25 de Julio 2010

Contemplo la punta de mis "casual" con detenimiento,
luego, miro al cielo que explota con todos los colores de la tarde.
Hay, entre dos grietas de color marrón,
una mota de polvo microscópica 
sobre 
la puntera de mi playera izquierda.
La lupa me devuelve el perfil
inconmensurable del Universo.

Cañaveral-Madrid,
25 de Julio 2010


Una perca acaba de caer en mi red.
Cierro el brocal con mi mano
e intento volcar el pez en el cubo.
Al hacerlo miro sus fauces boqueantes.
Distingo dos palabras claramente pronunciadas.
"Perdón", le digo, y la devuelvo al río.

Cañaveral-Madrid,
25 de Julio 2010

Me desperté de pronto y eché a correr.
Corrí por una calle antigua, de adoquines.
Alguien me perseguía.
Me paré en la esquina y a la luz
de un farol, creí reconocerme como mi perseguidor.
Intenté volver a correr, pero
me desplomé al vacío 
a través del hueco de mis ojos.

Cañaveral-Madrid,
25 de Julio 2010

Recuerdo una mujer morena.
No es imposible que la amara,
pero la distancia que destilan sus ojos
me previene de retornar a sus brazos.
Atemorizado, tomo la calle a la izquierda
y abandono mi sueño.

Madrid, 26 de Julio 2010

Reciclo hojas de periódico.
Amontono unos cuantos miles
en el sótano de mi casa.
El sábado, cada tres semanas, los recogen.
El lunes siguiente me premio
ondulándome el pelo con trocitos de papel
del "Diario Deportivo". 

Madrid, 26 de Julio 2010

lunes, 19 de julio de 2010

Entrega

Ahora que vivo ignorando el paisaje,
ese paisaje que tanto fue para mis ojos;
estos ojos que dejaron de ver la mañana
la mañana misma del día en que tu sombra
sombra se hizo para mi;
ahora, digo, ahora que vivo ignorando mis ojos,
ojos que, la misma mañana en que la sombra,
tu sombra, los cerró para mi mañana,
-esa mañana que tanto fue mi día y mi paisaje-,
ahora, digo, ahora soy feliz.


Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2010

martes, 13 de julio de 2010

Albedrío

Juego con barcos de papel.
En cada uno escribo un destino.
El barco llega, o no llega.

Que lo haga o que fracase
es independiente de la dirección
que tome el principio.

Dirigido por el albedrío, la brisa
o un suave empujón,
el barco que debe llegar, arriba a su destino.

El otro, los otros, no.

Unos permanecen largo tiempo
en el agua y olvidan a donde se dirigían.
Se hunden, húmedos y deslavados,
hasta el fondo del estanque.

Otros encallan entre lápices y gomas
y no llegan a tocar el agua.
Algunos van en grupos, otros solitarios.

¿Es esto predestinación?
No puedo afirmarlo. El único destino
al que ninguno llegó jamás
está escrito, con agudos cristales de rocío,
sobre mi  propia frente.

Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2010

miércoles, 7 de julio de 2010

Compañía en la madrugada

Una pizza en barata compañía,
preludio de vomitivos residuos en
horas bajas. Cuantas caras
desencajadas cercan las sonrisas
ante la cámara del móvil…
¡Si existo es por ti!  

Ajustados en las traseras del coche
encarnamos los diablos del hastío,
pero ni noche somos; somos fragmentos
contenidos en mil jodidos i-pods: 
postales engrasadas y manoseadas
de nuestros propios mandamientos.  

La basura nos sale por debajo
de los ceniceros y arrastra el maquillaje
de "castrato" que te has puesto,
¡ni a bofetadas vuelvo en mí!      
Tirado entre dos chalecos verde/reflectantes
la B-12 se pasea por mis venas, mientras
la mano retira los mocos de tus narices.

¡Qué rollo, tía, que rolloo…!
Cuando sale el sol sobre Madrid,  ateridos de frío,
nos miramos de frente y allí no está el amor.
 
Nicolás Calvo
Madrid
julio 2010

martes, 6 de julio de 2010

Poema sin vida.

Vacío de pies y manos me siento;
me levanto. De perfil visto me alzo al cielo,
cansado de ver mis rodillas juntas,
mis orejas dispares tras los ojos.
Un retrato de espaldas y tobillos,
las falanges como sistros, a mandíbula batiente.

Un mundo de paradojas se oculta
tras la sombra indivisa de mi hombro.
Vacío de cabeza y corvas me presento.
Estoy ausente de mi mismo. No me habito
y en las hueras instancias de mi cuerpo,
entrechocan a solas mis ojos húmedos, ahítos de silencio,
en dos piedras de rio aún no conversos.

Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2010
 
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