viernes, 29 de julio de 2011

Últimos días de Julio

Como sólo el agua
o el sol.
Días dilatados 
de breves despedidas.

Quién, va
hacia efímeros episodios
de futuro gozo.
Quién, vuelve.
¿Se preocupa? … ni él mismo.

Últimos días de Julio.
Frontera.
Hay un "dèjá vu" de placer.
Blanca playa de arena, vana,
anclada en la memoria.

Febo incumplirá sus promesas,
renovadas siempre.

Como sólo el agua
o el sol saben.
Días dilatados 
de breves bienvenidas.

¿Quién va?,
¿quién vuelve?
¿Se preocupan? … ni ellos mismos.
Náusea.

Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2011

viernes, 22 de julio de 2011

Savia de hierba

Resulta imposible conocerte
porque te mueves en el cielo
o, en el fondo del corazón,
te desplazas como entre transparentes
cristales de agua que llaman, quedos,
a los ojos que te escuchan
o a los oídos que palpitan al sentirte.

Grande como eres - no te abarco -
por los  huecos más pequeños te me filtras.
No te ciño ni aún en mis deseos,
pero en cada centímetro de piel
te siento como lava, mar, enredadera;
como principio, como piedra sillar,
como de aire en filo, desflecada, luego íntegra.

Hoy en trozos o juguetes descubierta
al Norte, al Este y luego al Sur
por la arena y el viento, consecuente,
cómo de amor en ti respiro, mas al Oeste
en la paz calmada, surge la tormenta
que en lluvia va a caer sobre la ruda,
agrietada, altiplanicie, reseca de sales.

Eres más fuerte que yo y que ninguno,
pero al acunar mi espalda entre tus faldas
con la luz de tu día me embelesas
y conmigo a los hombres, a los seres
del mar y a toda hembra, niña o mujer
que de ti vienen y hacia ti van, como sin notarlo
vamos todos, de ti vacíos o completos.

Del aire y de la tierra también concurren seres.
Desde el  Otoño de la tierra sangrante de hojas
al blanco, purísimo, del Invierno de hierro.
Así pasa el Verano con fanfarrias de sol
y ve nacer la Primavera los inicios de la vida
retoñados sin final, lavados como cada vez
en la rueda inasible del nacer y de la muerte.

Cómo poderosa eres que destruyes o quemas
o desgarras, mientras tiemblas, das el pecho,
o en la sombra, acaricias las bellas gargantas
de los árboles mientras oímos en nuestros dedos
historias tañidas por misteriosas arpas de hierba,
que siempre han sido, que siempre fueron,
serán, hasta el suspiro final de cada uno.

Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2011

jueves, 14 de julio de 2011

A mi través

Y yo, que cuando escribo
solo pienso en mi,
pienso en cada hombre
en cada mujer, en cada árbol.

En cada árbol y cada acera,
yo que cada vez que escribo
pienso solo en mi,
pienso en cada nube.

Y en cada niño o nube
pienso, yo que al escribir
solo pienso en mi,
por los soles escribo y por la luna.

Aunque en los años
de mi vida cuando escribo
en nada pienso, sino en mi,
en cada uno pienso.

Yo no puedo escribir
sin pensar el mundo
y el mundo pienso,
cuando al pensar,
solo en mi pienso.

Nicolás Calvo
Julio 2011
Madrid

lunes, 11 de julio de 2011

Himno

Júbilo y alegría.
Bebamos al final de los tiempos buenos.
¡Evohé!

Al principio de los tiempos malos
aún podemos beber
con alegría y júbilo.
¡Evohé!

Porque tiempos han venido
y tiempos han de venir,
pero por sobre todos ellos,
bebamos la copa de la amistad.

De la amistad y de la alegría
bebamos la copa. Y del amor.

Por los hijos que fuimos.
Por los que vendrán
de nuestros hijos, que son ahora.

Bebamos el vino
porque somos inmortales invitados a la vida
y a ella convocados.

Bebamos al principio de los tiempos,
al final de los tiempos,
por el júbilo y la alegría, bebamos.
¡Evohé!

Nicolás Calvo
Julio 2011
Madrid

martes, 5 de julio de 2011

El modo

¿Porqué no según las puertas?
¿O es que hay otro modo?
Las puertas son una afirmación.
O su contrario.

Nada hay fácil en las puertas.
Las puntas de los dedos atraviesan
el tiempo de presente en el modo indicativo
si empujas una puerta.

No son fáciles las puertas.
Ante las puertas siempre hay consecuencias.
Algo ocurre si traspasas una puerta.
O si no.

Pueden plantear dudas
o plantear preguntas, las puertas.
Pero no dan respuestas.
O las dan. Sin argumentos.


Afirmativamente difíciles, las puertas.
Ratifico la dificultad de las puertas.

Es probable que sean algo culpables
de la parte de la vida que no ocurre.

Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2011
 
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