Ordené mis sentimientos
y los puse, uno a uno, sobre la mesa.
Los miré un instante
como si no fueran míos,
luego los fui cogiendo
a voleo, sin prisas,
y los aplasté entre mis uñas
como solía hacer
cuando limpiaba de piojos
la cabeza de mi hija.
Nicolás Calvo
Madrid
Febrero 2010
El parador (III)
-
*El tiempo y las viejas* (1810) de Francisco de Goya
*Nota:* Este relato es la continuidad de El parador (I), El parador (II)
por lo que aconsejo leer...
Hace 3 semanas
No hay comentarios:
Publicar un comentario