martes, 30 de octubre de 2012

Cara a cara

Coge todo lo que te quede,
camisas y libros, fotos, cachivaches…
Coge todo lo que recuerdes,
sonrisas, amores, amigos, dolor…
Se avaro con ello, con todo ello y recógelo.

Pero no hagas montones ni lo agrupes.
No lo metas en cajas o en armarios o baldas,
esparcelo por el suelo delante tuyo,
que todo el mundo lo vea como te ve a ti.

Toda una vida alrededor.
La tuya, la mía, la de otros, la de aquellos…
Amigo, ¡y que poco cambió todo
en los años transcurridos de verano a verano!

Pero dame un abrazo.
Un abrazo de hermano, fuerte y largo,
por tanto más triste y profundo.
Queríamos cambiar la vida.

Una cosa cambió, una cosa importante.
No sabíamos que iba a pasar, pero sucedió.
La vida nos cambió a nosotros, a todos.
Hasta muy dentro a nosotros todos.

Nicolás Calvo
Octubre 2012
Madrid

lunes, 22 de octubre de 2012

A day in the life

Fui un día a visitar
al poeta triste.
No me gustó.
No sonreía nunca.

Para él no habían
nubes en el cielo
ni caricias en la tierra,
sólo barrancos a sus pies
y maldad entre los hombres.

Tenía familia,
dinero y honores.
Lo dejé pronto
y me marché
a tomar una cerveza
y a fumar un cigarro
entre los amigos.

Porque uno, a veces,
está triste y a veces
el mundo le regala el sol,
la belleza o la verdad
una mañana.

Cualquier mañana
de un día cualquiera.

Nicolás Calvo
Madrid
Octubre 2012

miércoles, 17 de octubre de 2012

Preservación de la enfermedad

Es preciso cartografiar
el terreno de las indiferencias
y el vacío, de la soledad.

Levantar el mapa que muestre
aquello de lo que carecemos.
Sentir sobre las hojas la muerte
lenta de las ilusiones, los ojos
recorriendo a saltos las caras
ajenas y apenas lavadas
del deseo de la existencia.

Como relucientes vehículos
estrenamos el día y prevemos.

Pero lo único que nos salvaría
no es lo calculable, lo medido.

Sólo lo irregular, lo afásico,
lo que no es simétrico, lo discontinuo.

Y al llegar la noche nuestra
Némesis  es un espejo
al que disparamos con rabia
sin entender que nuestro reflejo
sólo quería, por ser, salvarnos.

Nicolás Calvo
Madrid
Octubre 2012

miércoles, 3 de octubre de 2012

En días como estos

En días como estos
siento que el aire no es bueno.
Una lenta congoja sube
por los pantalones arriba
hasta alcanzar la camisa
y la corbata aprieta,
hiriendo la garganta.

Una gota de agua salada
resbala, comisura abajo,
proveniente del lagrimal
del ojo izquierdo.

Dedos de hielo aferran
fuerte el corazón y lo estrujan
con saña y sin reparo
para hacerte doler aún más la vida.

Y me preguntáis, ¿qué días son estos?
¿A que se parecen?
Sólo sabría pergeñar una respuesta.

En días como estos comprendo
que no hay días peores, pero,
por mucho que lo intente
no podría escapar a parte alguna,
porque sólo hay un sitio al que ir,
hoy, mañana, al otro…

Un sitio en el que no existieran
días como estos.

Nicolás Calvo
Madrid
Octubre 2012

lunes, 1 de octubre de 2012

La plus petite unité de temps

Hablan los árboles un susurro
esparcido de años, en tanto
las flores, canturrean pequeños
himnos de rápidas notas
al viento leve de la tarde.

Viven ciertas mariposas
un tiempo minúsculo entre el nacer
y la muerte, alegrado por la luz
que irisa sus alas
y por la dulce búsqueda apresurada
del sexo con el que cerrar su ciclo
en la rueda ilimitada
entre el no ser y la existencia.

Arrastramos con nosotros, a veces,
largos minutos de vida, otras,
estrechas extensiones de tiempo.
Nos basta para ver sólo un destello
o todo un día de sol no es suficiente.

Para unos la vida es tal
un cuento corto y conciso.
Para otros, la sima de los años
supone una montaña inalcanzable
de la que, sin embargo ocupan,
con su pie gastado, el último
escalón de la subida.

Nicolás Calvo
Madrid
Octubre 2012
 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.