Separé de mi
las costras de los días
y los años.
Debajo,
la carne nueva, trémula y roja;
la carne viva.
Carne absurdamente inutil.
Herida por el aire y por el sol,
dolida e inservible
hasta que desarrollé,
con el tiempo,
una nueva costra.
Resistente a la vida.
Nicolás Calvo
Madrid
Octubre 2017
El parador (III)
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*El tiempo y las viejas* (1810) de Francisco de Goya
*Nota:* Este relato es la continuidad de El parador (I), El parador (II)
por lo que aconsejo leer...
Hace 2 semanas
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