"Principio, introducción, preámbulo de una obra literaria, especialmente primera parte del discurso oratorio, la cual tiene por objeto excitar la atención y preparar el ánimo de los oyentes".
Esto dice el Diccionario de la Real Academia Española. Esa, pues, es mi intención; excitar la atención y preparar el ánimo de los oyentes ("leyentes" en este caso) para el disfrute de la obra. No dejarán de perdonarme el modo, claramente antiguo, de esta presentación; pero es que me divierte mucho el tono formal que presta a todo una atmósfera distante, nada coloquial ni cercana, sino mas bien académica y retórica. Un juego que que espero resulte tan gratificante al lector como ameno lo es para mi.
Esta es la segunda parte de la tetralogía que aún no tiene nombre definitivo y que comenzó con la mediterránea Ophir y se desplaza ahora a la nórdica Fenris. Que Vds., perspicaces lectores, lo lean bien.
Un saludo
Nicolás Calvo
Madrid
Marzo 2010
El parador (II)
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*Pensando en Wyeth* de Carmen Mansilla
*Nota*: Este relato es la continuidad de El parador (I), por lo que
aconsejo leerlo antes.
Agarré con dos dedos...
Hace 13 horas
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