Por la ventana del tren
pasa la vida estática
creciendo vertical, clavada
en su sitio, permanente.
El movil soy yo, que se compara
con lo inamovible, lo duradero.
Ráfagas de música suenan al pasar
los pueblos, los sembrados, las estaciones.
Un solo sonido, un rumor solo
permanece constante: yo cambio,
yo cambio, yo me modifico.
El que muere soy yo.
Nicolás Calvo
Madrid
Diciembre 2010
Algunas reflexiones en torno a "Los expulsados" de Edgar Borges
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el niño que mantenía erigidas paredes con la mirada
*En la infancia vivimos y, después, sobrevivimos.*
Leopoldo María Panero
Los expu...
Hace 11 horas



Preciso, casto, bello y “revelador”.
ResponderEliminarMuy bello.. Nicolás!!
ResponderEliminarUn beso