Entrega
Te diste al amor
como el que se da a la bebida.
Largas noches de largos tragos
y despertares
de hueca cabeza atronadora.
Tras la resaca
aún buscas un beso abandonado
en cierto lugar
bajo la almohada.
Discrepo
Ojead
los carnets de baile,
los registros
de los hoteles baratos,
la puerta de los urinarios,
algunos blogs
de rebuscado acceso
y nombres que no alientan.
No busqueis en los libros.
La gran poesía de la carne
está escrita en las sábanas
manchadas de los amantes.
Nicolás Calvo
Madrid
Diciembre 2010
Entre las hayas celestiales: tres poemas de Alba Seoane
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SEDIMENTO
El amor de las rocas está escrito
circula como los efluvios
por su piel áspera
lo escuchan al atardecer
perros famélicos
lectores de huesos y...
Hace 4 días
Nicolás , te superas¡¡
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