Por la ventana del tren
pasa la vida estática
creciendo vertical, clavada
en su sitio, permanente.
El movil soy yo, que se compara
con lo inamovible, lo duradero.
Ráfagas de música suenan al pasar
los pueblos, los sembrados, las estaciones.
Un solo sonido, un rumor solo
permanece constante: yo cambio,
yo cambio, yo me modifico.
El que muere soy yo.
Nicolás Calvo
Madrid
Diciembre 2010
Aliento sin espejos
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I*nterior (Model reading)* 1925, por Edward Hopper
El mundo no se apagó de golpe,
se fue encogiendo.
Un borde menos.
Una esquina más que interrumpe ...
Hace 4 días
Preciso, casto, bello y “revelador”.
ResponderEliminarMuy bello.. Nicolás!!
ResponderEliminarUn beso