jueves, 20 de octubre de 2011

Un hombre se acerca a la realidad

Formo un hueco
con mis manos.
Deposito algunas palabras
en su interior,
que pesan como plomo.

Las dejo sobre la mesa
y comienzo a pronunciarlas.

De modo extraño se vuelven
ligeras, ingrávidas
y levantan el vuelo.

Depende adonde y a quién se dirijan.
Cuando vuelvan a posarse
igual pueden herir que acariciar.

Porque las palabras
dan forma al mundo
sin usar pico ni palas.

Sólo dando a las nubes nombre,
a los ojos, sombra y luz.
Insuflando vida
en los corazones de los hombres.
O destruyéndolos.

Nicolás Calvo
Madrid
Octubre 2011

jueves, 6 de octubre de 2011

Paraíso

Una línea finísima
separa el cielo de la tierra.
Un horizonte intangible
mantiene nitidamente distintos
la bullente masa de agua
y el sutil número de moléculas del aire.

Un sol no menos fantástico
que la luna de agujereado queso
se alternan, subiendo y bajando,
al construir el Gran Guiñol
de la Naturaleza. Éste y los árboles
recortados sobre los que se apoyan
los recortados animales, conforman
el bello fondo sobre el que,
dos hermosos jóvenes desnudos,
intercambian palabras de amor.

Nicolás Calvo
Cañaveral
Agosto 2011

martes, 4 de octubre de 2011

After breakfast

Primer cigarro de la mañana,
el que sabe a rayos,
el que abre los pulmones
a los placeres culpables.
¡Ah!, primer cigarro,
¡eres como la Gloria de la Mañana!

Nicolás Calvo
Madrid
Agosto 2011

viernes, 29 de julio de 2011

Últimos días de Julio

Como sólo el agua
o el sol.
Días dilatados 
de breves despedidas.

Quién, va
hacia efímeros episodios
de futuro gozo.
Quién, vuelve.
¿Se preocupa? … ni él mismo.

Últimos días de Julio.
Frontera.
Hay un "dèjá vu" de placer.
Blanca playa de arena, vana,
anclada en la memoria.

Febo incumplirá sus promesas,
renovadas siempre.

Como sólo el agua
o el sol saben.
Días dilatados 
de breves bienvenidas.

¿Quién va?,
¿quién vuelve?
¿Se preocupan? … ni ellos mismos.
Náusea.

Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2011

viernes, 22 de julio de 2011

Savia de hierba

Resulta imposible conocerte
porque te mueves en el cielo
o, en el fondo del corazón,
te desplazas como entre transparentes
cristales de agua que llaman, quedos,
a los ojos que te escuchan
o a los oídos que palpitan al sentirte.

Grande como eres - no te abarco -
por los  huecos más pequeños te me filtras.
No te ciño ni aún en mis deseos,
pero en cada centímetro de piel
te siento como lava, mar, enredadera;
como principio, como piedra sillar,
como de aire en filo, desflecada, luego íntegra.

Hoy en trozos o juguetes descubierta
al Norte, al Este y luego al Sur
por la arena y el viento, consecuente,
cómo de amor en ti respiro, mas al Oeste
en la paz calmada, surge la tormenta
que en lluvia va a caer sobre la ruda,
agrietada, altiplanicie, reseca de sales.

Eres más fuerte que yo y que ninguno,
pero al acunar mi espalda entre tus faldas
con la luz de tu día me embelesas
y conmigo a los hombres, a los seres
del mar y a toda hembra, niña o mujer
que de ti vienen y hacia ti van, como sin notarlo
vamos todos, de ti vacíos o completos.

Del aire y de la tierra también concurren seres.
Desde el  Otoño de la tierra sangrante de hojas
al blanco, purísimo, del Invierno de hierro.
Así pasa el Verano con fanfarrias de sol
y ve nacer la Primavera los inicios de la vida
retoñados sin final, lavados como cada vez
en la rueda inasible del nacer y de la muerte.

Cómo poderosa eres que destruyes o quemas
o desgarras, mientras tiemblas, das el pecho,
o en la sombra, acaricias las bellas gargantas
de los árboles mientras oímos en nuestros dedos
historias tañidas por misteriosas arpas de hierba,
que siempre han sido, que siempre fueron,
serán, hasta el suspiro final de cada uno.

Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2011

jueves, 14 de julio de 2011

A mi través

Y yo, que cuando escribo
solo pienso en mi,
pienso en cada hombre
en cada mujer, en cada árbol.

En cada árbol y cada acera,
yo que cada vez que escribo
pienso solo en mi,
pienso en cada nube.

Y en cada niño o nube
pienso, yo que al escribir
solo pienso en mi,
por los soles escribo y por la luna.

Aunque en los años
de mi vida cuando escribo
en nada pienso, sino en mi,
en cada uno pienso.

Yo no puedo escribir
sin pensar el mundo
y el mundo pienso,
cuando al pensar,
solo en mi pienso.

Nicolás Calvo
Julio 2011
Madrid

lunes, 11 de julio de 2011

Himno

Júbilo y alegría.
Bebamos al final de los tiempos buenos.
¡Evohé!

Al principio de los tiempos malos
aún podemos beber
con alegría y júbilo.
¡Evohé!

Porque tiempos han venido
y tiempos han de venir,
pero por sobre todos ellos,
bebamos la copa de la amistad.

De la amistad y de la alegría
bebamos la copa. Y del amor.

Por los hijos que fuimos.
Por los que vendrán
de nuestros hijos, que son ahora.

Bebamos el vino
porque somos inmortales invitados a la vida
y a ella convocados.

Bebamos al principio de los tiempos,
al final de los tiempos,
por el júbilo y la alegría, bebamos.
¡Evohé!

Nicolás Calvo
Julio 2011
Madrid

martes, 5 de julio de 2011

El modo

¿Porqué no según las puertas?
¿O es que hay otro modo?
Las puertas son una afirmación.
O su contrario.

Nada hay fácil en las puertas.
Las puntas de los dedos atraviesan
el tiempo de presente en el modo indicativo
si empujas una puerta.

No son fáciles las puertas.
Ante las puertas siempre hay consecuencias.
Algo ocurre si traspasas una puerta.
O si no.

Pueden plantear dudas
o plantear preguntas, las puertas.
Pero no dan respuestas.
O las dan. Sin argumentos.


Afirmativamente difíciles, las puertas.
Ratifico la dificultad de las puertas.

Es probable que sean algo culpables
de la parte de la vida que no ocurre.

Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2011

lunes, 27 de junio de 2011

Brindis

Que puede ser
el cielo o puede
que el agua
o el ángulo
en que la luz incide
sobre la oblicua
estructura del tejado.

Que puede ser
el cabrilleo de la fuente
o el sonido del caño
sobre el borde
de la acequia.

¿Demasiado rural para ti?

Mira entonces la sombra
del naranjo sobre el suelo
o la buganvilla sobre
la pared del parque.

El pino que se levanta
junto al estanque
o siente el frescor
junto al árbol que sombrea
la terraza sobre la acera
al mediodía
o a la caída de la tarde.

Que puede ser el verano
que te desvela
misterios que nunca antes
tuviste
ansias de descubrir.

El lenguaje del solsticio
penetra en ti
y tu cuerpo trasciende
lo inmediato
mientras el día primero
penetra en tu sangre
para limpiar las duras costras
del antiguo invierno.

Nicolás Calvo
Madrid
Junio 2011

miércoles, 22 de junio de 2011

Va llegando la belleza

La esperanza
de que las cosas no acaben,
aunque ahogue
a menudo la certeza.

Este pulso, este día,
una estación más.
Ese asombro,
aquél misterio…

Elegir
una mirada del otro
o, con sencillez,
un viaje entre
la trama de lo posible.

La certidumbre me asalta
y entiendo, a poquitos,
el mundo que ya antes vi
como un desconocido.

Nicolás Calvo
Madrid
Junio 2011

sábado, 18 de junio de 2011

3 Days of Peace & Music

Me gustan tus uñas rojas
tus pies descalzos
tu frente despejada
tu pelo ondulado
tus collares de cuentas
tu falda de hippy
la música que escuchas
los libros que devoras
la poesía que escribes
tu sonrisa de mañana
tus piernas al sol de la tarde
el negro de tus ojos
en la oscura emboscada
de la noche.

Hoy te quiero más
porque nunca fuiste.

Nunca existió tu pie descalzo
ni la curva de tu cuello
ni esa lágrima en tus ojos.

Nunca trenzaste pulseras
ni añoraste el sol en el otoño.

Nunca hubo en ti
un atisbo de duda
ni aferraste mi mano
a causa del miedo, la pasión,
o el desaliento.

Solo tengo de ti un poster,
"Woodstock".

A partir de tu imagen congelada
inventé una mujer para mi vida.

Siempre estuvo ahí
siempre estuviste.

Pero a mi todo esto me valió
una mierda.

Nicolás Calvo
Madrid
Junio 2011

lunes, 13 de junio de 2011

A country song

Dice el hombre
de los ojos grises.
Nunca te dije,
"ponte ese traje azul",
mejor vete
a montar tu pony.

La hierba está alta
pero no lo suficiente
para los ojos del búho.

Ese curioso champú
limpió tu cabeza
de ideas. Vuelve a ellas
antes de que tengas otras,
o nadie llorará el
día en que el Señor
te escupa por el colmillo.

Esta es tu estúpida vida
pero también es la mía
aunque a ti parece
que no te importa.
No voy a darte palomitas.
Es preciso que te atragantes
tú solo con tu flema inglesa.

Compré un montón
de tornillos, pero no hubo
bastantes para remendar
tu armadura oxidada.

¿Cuando te darás cuenta
de que estás fuera de siglo?
Tú ya eras  bastante viejo
cuando tus padres nacieron.

De verdad que no quiero
hablar contigo. El aburrimiento
te deshoja las orejas
y el tedio me desborda.

Voy a cambiar la vista
hacia otro lado, ¡vales tan poco!
Puede bastar ignorarte
para que no existas.

Por si acaso ésto no es cierto
tengo un 45 bajo mi almohada.
No me obligues a usarlo, tío,
Me dolería incluso más que a ti.

Nicolás Calvo
Madrid
Junio 2011

miércoles, 8 de junio de 2011

Pagliacci

Payasos.
Remedo triste
de la sonrisa,
secas caras
pintadas.
Me recuerdan
la muerte
y la tristeza.

No soporté
a los payasos
nunca.

Ni a los ángeles.

Apariciones tenues
de pálidos fantasmas
que hablan
de temores
imposibles de superar.

Payasos y ángeles,
ángeles y payasos.
Nadie toma un café
con ellos.

Tras la inexistente espalda
de los ángeles,
Dios debe tener
la cara de un payaso.

Nicolás Calvo
Madrid
Junio 2011

martes, 7 de junio de 2011

Trópico utópico

De la dulce noche
dones inesperados llegan.
Luces en la orilla
que anuncian la fiesta.

Pardos murciélagos
cazan, silenciosos,
los hinchados insectos
del caliente día.

Del mar los rumores
mas alto murmuran
junto al frescor pausado
de la alta arboleda.

De nácar y plata
los nocturnos bancos
de raudos peces
se amasijan en las redes
que vaciará el alba.

Late el alma de la noche
contraria al corazón del día.

El tabaco y el ron
cadencian las caderas
al compás del tambor
la lata y el palo.

Los ojos se vuelven soñadores,
las manos inquietas,
las bocas ansiosas,
mientras la hierba se cubre
de blancas cobijas
y chales de seda.

De la dulce noche, inadvertidos,
dándose la mano, como cascabeles
a un tobillo unidos,
dones inesperados llegan
a la urdimbre inextricable
de la vida.

Nicolás Calvo
Madrid
Junio 2011

lunes, 30 de mayo de 2011

Nightmare

Intento domesticar
la fauna feroz que me habita
la noche de adentro.

Transitada noche
de niños transparentes,
de formas inconclusas.

Noche de farolas mortecina.
Noche envuelta en un jirón
de cielos apagado.

Cruzo el puente de mi río
en horquilla sobre una niebla
surcada de voces, de risas
que ya fueron, de calendarios
mojados por el agua del tiempo.

Salpicados de motas grises,
en la noche de adentro
ladran, a un disco de hojalata,
perros de alejados arrabales.

Y en mi mano chasquea
un látigo de palabras
para que las sombras
no se desprendan de los muros
e invadan las calles
como negras rosas
caídas de una corona funeraria.

Nicolás Calvo
Madrid
Mayo 2011

lunes, 23 de mayo de 2011

D’après

La mujer corre
entre las plantas verdes.

A sus pies, flores aplastadas.
El puma y el zorro
la vigilan.

Los dedos morenos
tocan el violin de la noche.

La luna observa la núbil carrera
como una salvaje madre
que vela celosa.

(Inspirado en una pintura
de Myrteille Henrion Picco)

Nicolás Calvo
Madrid
Mayo 2011

Tentativa (A Jorge Luis Borges)

Escribiré un día
o ya habré escrito,
esta línea en azul
que aún hoy repito.

Relicto del tiempo 
fugaz, mas no infinito,
amamanto las formas
de lo incógnito.

Podría haber sido,
acaso soy, la línea
en la luz perdido.

No voy, por haber ido,
a morir a la sombra
del ser inconcebido.

Nicolás Calvo
Madrid
Mayo 2011

lunes, 16 de mayo de 2011

Realidad

Me reflejo en el agua.
Siento algo de vértigo.
Al retirarme evoco
una moneda
tirada a la fuente.

Tengo que recordar
a ese hombre
entrevisto
que me debe dinero.

Nicolás Calvo
Madrid
Mayo 2011

lunes, 9 de mayo de 2011

Retazos

Perder el rumbo.

Cuántas veces encontrarse,
en la calle olvidada,
el barquito menudo de papel
bajo la marquesina llena de color,
sobre el charco seco.

Hecha de esquinas que volver
y revolver, cada paso
inviolable sin vuelta atrás, la infancia,
suma de esquinas
que construyen la ciudad.

Inabordable, la vida
transmuta los jardines
en pasillos verdes que conducen
a los baldíos de las afueras.

La suma de las esquinas
y los jardines
será nunca tan extensa
como las afueras
que pisaremos todos.

Ese jirón de piel
en cada revuelta
recompone, al final,
el terco niño
que algún día fuimos.

Nicolás Calvo
Madrid
Mayo 2011

viernes, 6 de mayo de 2011

Proceso de conocimiento

Tres gotas de miel necesito.

Una que resbale
de la frente a la comisura
izquierda de tu labio.

Otra que descienda
desde la clavícula
hasta el borde mismo
de tu codo.

La tercera
que discurra desde tu ombligo
por sobre la desnuda rodilla
de tu pierna.

Sí.
Con esas tres gotas
lo que de ti necesito conocer, sabré.

Nicolás Calvo
Mayo 2011
Madrid
 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.