Porque la vida pesa
y es rebelde,
no se deja arrastrar
y hay que moverla,
forzarla, para
que no se precipite
al vacío.
Desviarla, tirar de ella
hacia arriba, siempre
hacia arriba.
A lo mas alto de la montaña,
cuidando que su inercia
no la despeñe.
Hasta que ocupe su lugar
en la cumbre.
Como un piramidión dorado
que culmine tu paso
por la tierra.
Nicolás Calvo
Madrid
Abril 2011
El arte de hilvanar relámpagos: algunos poemas de "66 maneras de mirar" de
Neus Aguado
-
Neus Aguado
Fotografía de @Andreu Adrover
Los textos que conforman estas “66 maneras de mirar” de Neus Aguado nos
sitúan en una especie de no tiempo, ...
Hace 3 semanas
Bien cierto.
ResponderEliminarUn saludo Nicolás.