Hombres de pasto, tiernos.
Mujeres de trigo
creciendo hacia el cielo,
preñadas de grano dorado.
Y el Gran Animal de la Vida,
paciendo entre los prados,
fecundándolos en su deambular
entre la mar alta
y la montaña arriscada
que marca el horizonte.
La vida es una gota de sangre
en un océano enorme
de indiferentes universos.
Nicolás Calvo
Madrid
Enero 2013
Cantar mientras el mundo se derrumba
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Las obras supervivientes
*La degradación del arte se inicia con el enaltecimiento del artista, y
termina con la mercantilización de la obra. Lo mismo pa...
Hace 3 semanas
Me gusta tu poema de hoy, una reflexión que emerge de la vida.
ResponderEliminarblog-rosariovalcarcel.blogspot.com.
Por cierto que no veo mi foto en los seguidores...jajajaj