No me salves, Señor,
del rotundo rubor de mi fracaso.
De la plena,
redonda, manzana sin gusano
del estéril árbol de mi huerto.
No me prives, Señor, de no ser nada.
Dame sólo el placer sin sentido
de vivir, único, sin fruto, Señor,
pero bien vivo.
Nicolás Calvo
Madrid
Julio 2012
Algunas reflexiones en torno a "Los expulsados" de Edgar Borges
-
el niño que mantenía erigidas paredes con la mirada
*En la infancia vivimos y, después, sobrevivimos.*
Leopoldo María Panero
Los expu...
Hace 1 semana



No hay comentarios:
Publicar un comentario