Romeo se mesa los escasos cabellos
mientras niega, con su gruesa cabeza,
los requerimientos seniles
de su baja, rechoncha, chillona Julieta.
¡Que error fue desperdiciar
la hora correcta, el tiempo exacto
de haber muerto!
Nicolás Calvo
Madrid
Enero 2011
Entre las hayas celestiales: tres poemas de Alba Seoane
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SEDIMENTO
El amor de las rocas está escrito
circula como los efluvios
por su piel áspera
lo escuchan al atardecer
perros famélicos
lectores de huesos y...
Hace 5 horas
Los sutiles comentarios de la “vida”, son enormes gritos a ojos de los poetas como tú... Julietas rechonchas como barriles de cerveza son, en días de tanta niebla como los que ahora mismo vivimos, los que Romeos ciegos y estúpidos necesitan sin descanso.
ResponderEliminar¿... y dices que nunca tuviste vida interior...?
Magnífica representación del “ahogo” Nicolás.