martes, 1 de junio de 2010

Concreta geometría de una sonrisa

La parte superior del labio se desliza
y al alcanzar las comisuras, se curva hacia arriba
mostrando un poco los dientes.
El labio inferior se distiende y dilata
y modifica, a la vez, su forma hasta la plenitud
de un gajo de Luna.

Tan sencillo y a la vez tan complejo
movimiento desplaza más músculos
que la elevación del pene o la relajación de la vagina.
Ante tal despliegue
no es extraño que,
con los tiempos que corren,
sea tan cara una sonrisa.

Nicolás Calvo
Madrid
Junio 2010

2 comentarios:

  1. Nicolás, he encontrado una frase de Swami Sivananda que le va al pelo a tu post:

    "Son necesarios cuarenta músculos para arrugar una frente, pero sólo quince para sonreír."

    Así que acojámonos a la ley del mínimo esfuerzo y ¡sonriamos!

    Un abrazo.

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  2. Me acojo a la ley que promulga Javier y sonrio y no me ha resultado cara, tanto él con su cita como tú con tu texto habéis logrado que sonría dos veces seguidas.

    Sonria por favor.

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