He sido esclavo de tantas cosas,
tanto pesó el mundo en mi cabeza
que ahora quiero ser alfarero de nubes.
Amasar el agua con la punta de los dedos.
Envolver el viento entre algodones de niebla
y poblar el cielo con inmaculados, sutiles,
retazos de blancor.
Que discurran
por entre espacios siempre claros,
que dispensen a los hombres grata sombra
y que permitan a estas manos
ocuparse en algo distinto del dolor
o de la pena.
Nicolás Calvo
Madrid
Junio 2013
El arte de hilvanar relámpagos: algunos poemas de "66 maneras de mirar" de
Neus Aguado
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Neus Aguado
Fotografía de @Andreu Adrover
Los textos que conforman estas “66 maneras de mirar” de Neus Aguado nos
sitúan en una especie de no tiempo, ...
Hace 1 semana
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