No siempre, pero algunas veces
me gusta mirar a la marea
girando en la escollera, entre los bloques,
y ver cómo deja en los huecos
maderas partidas, boyas y redes enredadas,
alguna gorra marinera, sucia y rota
o el blanco cadaver de una barca ya sin fondo.
Como la vida, la mar sólo devuelve
lo gastado, lo roto, lo partido,
pero lo nimba de algas y de sales
como coronas de póstuma victoria
ofrecidas, en consuelo y desagravio,
a las almas que aún habitan sus orillas.
Nicolás Calvo
Madrid
Abril 2012
Hacia donde se van las nubes: poemas de "Peor que pedir" de Antonio Méndez
Rubio.
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Peor que pedir (2025, Editorial PreTextos)
*De qué* //te sirve...Si esas flores/
hubieran sido de color amarillo/ ella lo
hubiera sabido tarde / o tem...
Hace 3 semanas
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