Señal uno
Bajo tres libros polvorientos,
una bufanda.
Cuando se marchó,
la abandonaba con rabia
al cerrar tras si la puerta.
Hace frío.
Es posible que ya se haya
comprado otra.
Señal dos
Primero se bebió el sueldo,
luego, la paga extraordinaria.
Con la cuenta del banco
se bebió lo que le quedaba de vida.
Cuando lo recogieron, de madrugada,
su boca aún sonreía.
Señal tres
Daba clases de una asignatura
en Secundaria.
Un amigo le preguntó,
y a estos, ¿qué les das?
Lástima, contestó él.
Al jubilarse,
sus alumnos le hicieron un homenaje.
Luego se fue a su casa.
Estuvo tres días sentado
mirando fijamente la pared.
Nicolás Calvo
Enero 2012
Madrid
El parador (I)
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*Psycho *de Francesco Francavilla
Siempre tuve claro que lo de tener hijos no era para mí. El planeta jamás
necesitó de la existencia de mis vástagos y...
Hace 1 semana
Nicolás hace muchos meses que no te leía, y no me perdono... me ha encantado la referencia al profesor de secundaria, tal vez porque me veo retratada en él... me ha encantado ;-) (espero no dar pena a mis estudiantes, me conformo con que aprendan inglés jajajajja)
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