Para volver se hizo
la memoria.
La usamos de forma impropia.
Le pedimos
nos devuelva un mundo que,
con probada apariencia de verdad,
nunca fue así.
Mas vive en ella;
en la memoria.
En esa hermosa
y terrible habitación
me refugio alguna tarde
y cierro la puerta.
Sin tirar la llave.
Nicolás Calvo
Madrid
Diciembre 2010
El regreso
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*Frida Kahlo* de María Hesse
—¿Y ese flequillo?
Levanté la cabeza de la cómoda donde estaba guardando unas toallas y vi a
mi madre en mitad del pasil...
Hace 4 días
Me encantó, Nicolás. Cariños!
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