Se me borra tu cara.
Como un vaho se disipa.
Tengo que mirar dos veces
una foto para reconocerte.
Y contigo me marcho yo.
Me aparto de mi, apenas
reconozco mi escritura.
También se me acaba este refugio.
Una clara inocencia aguarda.
La consumación será el olvido…
Y la nada vendrá a mis ojos.
Nicolás Calvo
Madrid
Mayo 2010
El parador (II)
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*Pensando en Wyeth* de Carmen Mansilla
*Nota*: Este relato es la continuidad de El parador (I), por lo que
aconsejo leerlo antes.
Agarré con dos dedos...
Hace 2 semanas
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ResponderEliminarTriste, casi trágica esa niebla que nos acabará envolviendo a todos, pero ahora Carpe Diem, amigos, Carpe Diem.
ResponderEliminarUn abrazo.
No es más que la niebla primigenia que oscurece nuestro corazón, se evade con la simple sonrisa de verdadera alegría. En el fondo de nosotros hay un Heathcliff que sale a ratos.
ResponderEliminarAquél que suspendió
Intensa niebla y entre ella reconozco tu escritura. Qué nunca se te acabe ese refugio.
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